"El consumo ha caído y su desplome a partir del 1 de septiembre será más brusco". Así de rotundos se manifiestan los comerciantes de Vigo ante el paquete de medidas aprobado por el gobierno de Mariano Rajoy –publicado ayer en el BOE– y que incluye una subida generalizada del IVA, la posibilidad de realizar rebajas durante todo el año y una liberalización de los horarios.
Además, consideran muy perjudicial que productos o servicios que antes tributaban con un IVA reducido del 8% pasen ahora al regular, que ascenderá al 21%. Entre estos afectados con una subida del 13% se encuentran las floristerías, peluquerías, empresas fúnebres, cine o espectáculos.
"Se van a cargar el pequeño comercio", estas son las primeras palabras de Enrique Núñez, gerente de la asociación de comerciantes Centro Príncipe, para referirse a las decisiones del gobierno de Mariano Rajoy, especialmente la que recoge una liberalización de horarios –modifica la apertura en días laborables de 72 a 90 horas semanales y la posibilidad de llegar a abrir 16 domingos frente a los 8 actuales–. "El gobierno ha cedido a la presión de las grandes cadenas, que abrirán más a costa de los mismos trabajadores que actualmente tienen", subraya.
Esta medida ya está recogida en la Ley de Horarios Comerciales actual, si bien las comunidades autónomas limitaban la libertad total a las tiendas de menos de 150 metros, pero ahora el gobierno suprime esa facultad. "Las grandes superficies abrirán, y al pequeño comercio ya le cuesta mantener a los empleados que tiene, que además, como cualquier otra persona, desean tener vida al margen del trabajo", considera.
Núñez insiste reiteradamente en la misma idea: "Esta medida va en contra del modelo de ciudad, porque desplaza el consumo que existe del pequeño comercio a las grandes empresas de distribución, ¿Queremos calles como Zamora o Barcelona con todo cerrado?. El pequeño comercio genera riqueza en la urbe, da vida, seguridad, iluminación...". La posibilidad de ampliar las rebajas a todo el año tampoco le agrada porque considera que, una vez más, beneficia a las grandes superficies y perjudicará al consumidor.
"Hasta ahora estaba prohibido fabricar productos para las rebajas porque solo se permitía liquidar stocks, ahora no será así, bajará la calidad del producto y seremos los grandes vendedores de artículos chinos. Destruirá muchos empleos", sostiene. Ante esta tesitura, la subida del IVA le parece "el mal menor" aunque critica que también retrotraerá el consumo.
Raúl Fontán, gerente de los comerciantes Zona Centro y del mercado de O Progreso, se expresaba en la misma línea. "Todo va en perjuicio del pequeño comercio, que es el que genera empleo y tejido social, más liberalismo no es la solución porque es lo que nos ha traído hasta esta situación", asevera. Sobre las rebajas opina como Enrique Núñez. "Supondrá una desertización comercial y una menor oferta para el consumidor final". La subida del IVA admite que será muy difícil que los comerciantes la asuman y, por lo tanto, afectará al consumo. "En vez de hacer impuestos progresivos se vuelve a cargar en los débiles", lamenta.
"El incremento del IVA es muy dolorosa y no reactivará el consumo, la gente ya no tiene dinero para comprar", considera también Manuel Vázquez, presidente de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de As Travesas (AETRAVI). Sobre el resto de medidas prefiere no pronunciarse hasta que no las conozca más pormenorizadamente. Sin embargo, apunta soluciones del pequeño comercio ante la liberalización de horarios a la que, previsiblemente, se agarrarán las grandes superficies. "Los establecimientos deberán adaptar su horario a los clientes y a la zona en la que están, no hablo de ampliar, pero en muchos casos les sería mejor abrir a las 12.00 y no cerrar a mediodía, en mi empresa lo hemos aplicado con éxito desde hace años. La gente trabaja y muchas veces se encuentra sin poder hacer compras en sus únicos ratos libres", indica.
Floristas, peluqueros o promotores de espectáculos sufrirán con mayor intensidad la subida del IVA, que asciende en estos servicios 13 puntos, al pasar del reducido al general (21%). "Nos perjudica bastante, muchos negocios tendrán que cerrar o trabajar en B", asegura Tita Varela, propietaria de una floristería en Pi y Margall y profesora de la Escuela Española de Arte Floral. "Nosotros ya trabajamos con un margen de beneficios de aproximadamente el 13%, por lo que no podremos asumir ese incremento, así que mucha gente dejará de comprar, y el consumo en este sector ya bajó un 50%", razona. Además, Varela apunta otro motivo para sentirse doblemente perjudicados, "a las funerarias también les aumenta del 8 al 21%, y estas empresas ahora nos encargarán coronas mucho más baratas", dice.
De "salvaje" califica el perjuicio Joaquín Rúa, peluquero de un establecimiento en Travesía de Vigo y directivo de la Asociación Provincial de Empresarios de Peluquería y Estética. "Con datos en la mano, de 1.600 euros al año que pagamos a Hacienda ahora serán 4.000, un 160% más, la gente espaciará aún más los cortes y con 1.000 servicios menos a 10 euros cada uno perderemos 10.000 euros, conclusión: el estado se llevará aún más que nuestros propios ingresos". El impacto, garantiza, "será muy fuerte" ,por lo que vaticina que tendrán que adaptarse a un nuevo modelo de negocio. "Nuestro precio es libre, tendremos que ir viendo que hace el sector para decidir si repercutir todo el IVA en el consumidor o no". Hasta ahora Joaquín considera que ellos no eran los más perjudicados de la crisis, "pese a que la gente espació mucho las visitas a la peluquería", ahora, dice, "empieza otra historia".
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